Reseña: 'Las ventajas de ser un marginado' de Stephen Chbosky.
martes, 30 de julio de 2013 | 9:27 | 0 {DREAMERS}
¡Hola cocodripis! Bueno, está es la primera reseña que hago en este blog. Recalco en este blog porque ya había hecho otras en el otro que tengo. (Para verlo, click en el link correspondiente de la esquina superior izquierda.) En este caso dejaré mi crítica sobre el libro que terminé hace apenas una semana. El elegido es Las ventajas de ser un marginado. Es un ejemplar escrito por Chbosky. He de reconocer que, si no me falla la memoria, no leí ningún libro de este hombre. Pero bueno, tuve mi oportunidad y aquí está mi opinión.
VALORACIÓN GENERAL:
Mira su portada. ¿Qué te inspira? Es cierto que "No debes juzgar un libro por su portada." pero en cuanto lo ví, no pude evitarlo. Cómo veis en la imagen, su portada es sencilla. Un fondo de ladrillos pintados de verde con el título del libro en medio y el nombre del autor abajo. Os pongo lo que pone su contraportada.
"Vivir al margen ofrece una perspectiva única. Pero siempre llega el momento de entrar en escena y ver el mundo desde dentro.
Charlie es un chico realmente especial: lee muchísimo, no sale con amigos ni con chicas y reflexiona sobre el mundo desde un punto de vista muy particular. Su ingenuidad, su incapacidad para relacionarse normalmente y su extrema sinceridad le crean más de un problema, especialmente ahora que su único amigo ha muerto. Conocer a Sam y Patrick, los chicos más populares y vitales del instituto, provocará un giro radical en su vida que lo sumergirá de pleno en la adolescencia."
Y ahí lo tenéis. La contraportada. Ahora os dejo la opinión sincera de verdad.
Aviso antes de nada de que no voy a ofreceros más información de la que necesitáis y no voy a revelaros nada del libro, tranquilos cocodripis.
Bueno, para empezar Charlie es un adolescente bastante inocentón. Nunca se preocupó por las chicas, ni por el sexo. Fue un estudiante ejemplar, de sobresalientes y de leer mucho. Nunca se metió con nadie y siempre respetó las reglas. Hasta que conoció a Patrick y Sam. Unos mayores de su instituto. A partir de ahí empezaron a meterle en el mundo de las drogas, el sexo y los problemas. Él está enamorado de Sam y cómo es tan inocente, se lo confiesa. Fuma, se droga, y observa traumático una escena de sexo que ocurre en su propio cuarto en una fiesta montada por sus hermanos.
No os cuento nada más. Tendréis que leerlo, amigos míos.
En cuanto lo terminé, he de reconocer que lloré un poco. Me sentí mal por el pobre chico y por todo lo que había pasado en el libro. Pero no lloré a cascadas, sólo me cayeron unas lágrimas, nada más.
El libro no es mío, me lo prestó una amiga durante el verano, como un intercambio por Donde los árboles cantan, de Laura Gallego. Pero no tardé todo el verano en leerlo, por supuesto. Empecé realmente a mediados de Julio y cómo no tuve mucho tiempo, lo terminé en un par de semanas. Pero lo habría acabado antes, si pudiera.
Bueno, decir que es un libro muy ameno y muy sencillo de leer. No utiliza un vocabulario complicado, para nada, así que es muy sencillo para todo tipo de edades. Bueno, más o menos para todo tipo. Yo recomiendo que se sea mayor de once o doce pero ahí ya es cosa vuestra. Lo digo más que nada por las cosas que dicen y eso. Por lo demás, estupendo para todos.
Chbosky me asombró realmente. Es el primer libro que leo de él y la verdad es que me dejó muy contenta.
Me enteré también de que el autor, Stephen, escribió también el guión de la película de este libro, el suyo.
Bueno, pues en mi puntuación y según mi valoración, mi opinión personal, mi edad y mi punto de vista...
le doy un 9+
Saludos cocodripis. Espero que estéis disfrutando más del verano que yo, preciosos.
¡Hasta la vista! :D
Aviso: Estoy creando un RETO 2013 que consiste en leer 100 libros o más este 2013. Tenéis hasta diciembre, lógicamente.
Podéis ver cómo avanzo pinchando en esta imagen.
Por el momento sólo puse trece pero leí 49. Poco a poco, subiré los que faltan. Hay alguno que no podré poner ya que al ser gallega, hay libros leídos en gallego y en Goodreads no aparecen. Pero haré una entrada para ellos, que no son muchos, tranquilos. La haré sólo para demostrar que leí 49 (hasta ahora). Todavía me quedan cinco meses y un día para leer los 51 que me quedan. ¡Suerte!
Aviso: Estoy creando un RETO 2013 que consiste en leer 100 libros o más este 2013. Tenéis hasta diciembre, lógicamente.
Podéis ver cómo avanzo pinchando en esta imagen.
Por el momento sólo puse trece pero leí 49. Poco a poco, subiré los que faltan. Hay alguno que no podré poner ya que al ser gallega, hay libros leídos en gallego y en Goodreads no aparecen. Pero haré una entrada para ellos, que no son muchos, tranquilos. La haré sólo para demostrar que leí 49 (hasta ahora). Todavía me quedan cinco meses y un día para leer los 51 que me quedan. ¡Suerte!
Misterio Parisino: Capítulo 1.
sábado, 27 de julio de 2013 | 6:38 | 0 {DREAMERS}
Repetí
mi nombre para asegurarme de que lo que había dicho esa señora era
cierto.-Vicky, Vicky Wales.-No parpadeé al decirlo y esperé una
respuesta durante un tiempo que me pareció eterno.
-Pequeña,
ya te había oído a la primera. Sé que eres la hija de Sarah Wales
y que antes de mudarte a vivir aquí vivías en Londres. Sarah
trabajo allí de empleada en una de las mejores tiendas de moda.
También sé que unos hombres le dijeron a tu madre que su jefa la
había ascendido a la mejor tienda que tenía y por ello tenía que
transladarse a Madrid para continuar con su trabajo. Tu madre creyó
que ellos os proporcionarían los billetes, pero nunca lo hicieron.
Tres días después ya teníais las maletas preparadas, el camión de
mudanzas cargado y un taxi en la puerta para llevaros al aeropuerto.
Tuvo que comprar ella los billetes, no tenía más remedio que
hacerlo si quería conservar su trabajo. En cuanto llegasteis a
Madrid, Sarah descubrió que no había ninguna tienda de Joanhe
Logan, la famosa diseñadora para la que trabajaba. Se sintió timada
y absurda. Después de estar una semana fuera del trabajo la
despidieron. Aquellos hombres tan sólo eran unos títeres contratados
por el ex de tu madre para dejarla en la ruina. Pero ella no se
rindió, decidió viajar a Galicia, en busca de trabajo. Aquí tiene
familiares que siempre la apoyaron y fueron muy importantes para ella, así que decidió quedarse. Por eso mismo, tú estás aquí.
No
podía cerrar la boca. Estaba verdaderamente sorprendida con toda
aquella historia. Y lo más increíble es que todo, absolutamente
todo, era verdad. Y se sabía todos y cada uno de los detalles.
-¿Có...cómo
lo ha hecho? He de admitir que me tiene bastante sorprendida,
Matilde. Estoy empezando a creer que esas “paparruchas” como
usted las llama, son verdad y es una bruja.
-Tranquila,
cielo. Sé que debería explicártelo, pero... no sé si podrás
creerme.
-Lo
intentaré, ¡dispare!-Un segundo después me di cuenta de que había
sido toda una vulgaridad e intenté arreglarlo.-Disculpe, quería
decir: adelante.
La
anciana sonrió y se recogió el pelo en un moño completamente gris.
Se levantó de la mecedora y se dirigió a la cocina. Salió unos
minutos después con dos refrescos. Me sorprendió que aquella señora
pudiese tener refrescos. Me ofreció uno y lo tomé, nerviosa.
Deseaba escuchar su historia ya.
-Bien,
pequeña. Allá va. Estáte atenta porque no pienso repetirlo. ¡Ah!
Y antes de empezar aviso de que si soy interrumpida, pararé y no
volveré a empezar, ¿de acuerdo? Si no te parece bien podemos
dejarlo para mañana.
-Está
bien. No puedo esperar, lo siento. Va a tener que ser ahora.
Bebió
un gran trago de refresco de limón y lo apoyó encima del posavasos, sobre la mesa.
<<Corría
el año 2003 cuando yo me mudé a Londres. Todo estaba en mi contra y
decidí mudarme sola allí para reflexionar un poco sobre mi vida.
Nunca me había ido nada bien antes en Argentina, que es dónde viví
diez años antes de mudarme. Allí todos se reían de mí por ser una
mujer loca, tonta y aún encima, pobre. Cada persona que pasaba, me
conocía de los periódicos, de las revistas. Por suerte, sólo
salían en Argentina y no llegaban a los demás países del mundo.
Decidí irme. No sabía si podría soportar por mucho tiempo las
mofas y burlas de vecinos, amigos e incluso de mi familia. No sabía
a dónde ir así que decidí coger el primer vuelo que me ofreciera
la chica de la agencia, Carla. Ella era la única en toda Argentina
que no se reía de mí. De casualidad, me ofreció como primera
opción, un vuelo a Londres. Allí tan sólo conociía a un viejo
amigo de la familia, Bob. Él siempre me apoyó en todo lo que
necesité y nunca me abandonó. Bueno, sentimentalmente hablando. Si
hablamos de distancia, es bastante. Supongo que me entenderás, ¿no,
muchacha?-Hizo una pausa cómo esperando una respuesta pero yo no
sabía si contestar. Me había advertido que si la interrumpía no
volvería a empezar y no seguiría con la historia. Decidí quedar
callada y asentir con la cabeza. Pareció bastarle.-Muy bien enseñada
estás, eh. Bien, continúo. Acepté la oferta de inmediato y me fui
dos días después. No me despedí de nadie. ¿De quién iba a
hacerlo? Todos me odiaban. No me tenían respeto. Durante el viaje me
relajé. Realmente nunca había estado tan relajada antes. Descansé
unas horas y contemplé las vistas. Todos los jóvenes que viajaban
en ese mismo avión jugaban con sus consolas, chateaban por sus
teléfonos y buscaban lo que querían en sus ordenadores. Yo no era
una mujer tan moderna y tan sólo tenía un viejo móvil. El típico
llama y escribe. Con ello me bastaba. Decidí sacarlo y revisar las
llamadas. Ningún mensaje de texto, ninguno de voz, ninguna llamada
perdida. Nada. Lo guardé de nuevo en el bolso e intenté seguir
durmiendo. Cuando llegué a Londres me sentí bien. Feliz. No conocía
aquel sentimiento antes de pisar las tierras londinenses. Me senté
en un banco del aeropuerto y cogí el móvil otra vez. Marqué el
número de Bob y esperé a que contestara. Le expliqué mi situación
y me atreví a preguntarle si podría ser capaz de acoger a una pobre
anciana en apuros. Aceptó de inmediato. Allí viví durante seis
años, molestando al joven Bob. Al final del sexto año, casi
acercándose la Navidad, decidí largarme. No quería seguir siendo
una carga para el pobre hombre. Le expliqué el motivo y me inventé
otros para que no pudiese impedírmelo. Ese mismo día me transladé
a Galicia, concretamente a esta cabaña. Al principio me había
alojado en un hotel. Un día paseando por este mismo bosque, la
encontré. Me pareció perfecta. Estaba en contacto con la naturaleza
y eso era estupendo. No tendría a gente alrededor que se riera de mí
ni ningún gracioso que pudiera gastarme bromas. Pocos días después
de meterme en ella, descubrí que la gente temía este bosque por una
leyenda que lo tapaba. No voy a contártela ya que esta historia me
ha parecido demasiado larga.>>
-Pero...
Matilde. No me ha explicado el motivo por el que se sabe usted mi
vida de
pe a pa.
-Ay,
miña neniña...-parecía que el gallego se le había pegado
bastante.-Si quieres ya te lo cuento mañana. Ahora estoy agotada.
Recordarlo todo de un tirón agota, aunque creas que no, miña
filliña.-Y seguía con el gallego.-Mañana después de comer te lo
explico. No te quejes, por lo menos estamos empatadas. Yo sé tu vida
y tú sabes la mía.
-Sí,
pero por métodos distintos, ¿no?-Pregunté, confusa.
-Mañana
lo descubrirás.-Estaba empezando a pensar que lo del cansacio y todo
el rollo de que recordar tanto cansaba se lo había inventado para
tenerme en ascuas hasta mañana.
-Pero...
No tengo dónde dormir. No conozco el bosque y no sé volver a
casa.-Parecía Gretel, del cuento de Hansel y Gretel, los pequeños
jovenzuelos que se metían en un bosque y dejaban miguitas de pan a
su paso para saber volver pero los pájaros se las habían comido y
se perdieron allí.
-Pero
mujer, hoy duermes aquí. Faltaría más. Hay una cama preparada para
ti por este pasillo a la derecha.-Me lo indicó con el dedo. Yo le di
las gracias y lo seguí.
Al
entrar en la habitación, descubrí con asombro que estaba en
perfecto estado. Al menos estaba mucho mejor que el resto de la casa.
Con eso me conformaba. Me desvestí y al no tener pijama, me metí en
la cama con ropa interior. Las sábanas estaban frías pero poco a
poco, me acostumbré a ellas y comencé a coger calor. No había
televisión, ni teléfono, ni ningún tipo de aparato eléctronico.
Al menos sabía que en lo de que nunca le gustó ser moderna, decía
la verdad. O era lo que intentaba hacerme creer.
No
podía dormir tranquila. Después de dos horas en la cama, seguía
despierta. El techo era tan... aburrido. No sabía que otra cosa
hacer. Estaba demasiado nerviosa para descansar. Tenía bastante
miedo por la anciana. Podría querer hacerme daño. Aunque la
curiosidad me picaba más por cada segundo que pasaba.
“¿Cómo
conoce mi historia?”, pensé.
Unos
segundos después, caí rendida por el cansacio.
Lágrimas sin sentido: Prefacio.
viernes, 26 de julio de 2013 | 5:36 | 0 {DREAMERS}
<<La
cegadora luz del día le obliga a cerrar los ojos. Se incorpora sobre
el duro colchón y coloca su brazo delante de la cara para que la
claridad no siga dañando sus sensibles ojos.
Parece
casi imposible que por aquella minúscula ventana pudiera entrar
tanta luz.>>
"Ring,
ring, riiiing." El que llama debe de estar ansioso.
Suena
el teléfono en la casa de los Rush.
-¡Yo
voy mamá!-Grita la pequeña Zoe. Coge el teléfono.-¿Quién es?
Espera
unos segundos y al no obtener respuesta, cuelga.
Comienza
a caminar hacia la cocina, cuando vuelve a sonar. Se dirige de nuevo
a él y lo descuelgo, un tanto enfadada.
-¿Sí?
¿Oiga? ¿Hay alguien?
Nada,
silencio. La niña, a punto de echar humo por las orejas, cuelga con
brusquedad. Piensa que se trata de una broma y eso la enfada más
aún.
Sube
corriendo al primer piso para contárselo a su padre. Llega al
despacho de Jack Rush, el mayor conocido agente de la ciudad por su
heroicidad, por su inteligencia y, cómo no, por su belleza. Zoe le
admiraba por todo aquello.
En
cuánto alejó todo pensamiento ajeno a su motivo principal, llamó a
la puerta. Pero no de una forma normal. Hizo un juego de golpes
secreto entre su padre y ella. Le encantaba tener esa clase de juegos
con él.
Unos
segundos después, se sorprendió con la rápida respuesta de su
padre.
-¡Entra
pequeña!-Parecía contento esa mañana.
Abre
la puerta y corre a los brazos de su padre, que ya le esperan
abiertos. Aprovecha la emoción para sentarse en su regazo, cosa que
molesta levemente a su padre. Suelta un pequeño gruñido y la
levanta. No es que no quiera a su hija, todo lo contrario, tan sólo
era una herida que sufrió intentando separar a dos hombres que
conllevaban una incansable pelea a dos manzanas de su casa y ese
rasguño fue lo que se llevó como regalo de Navidad. Pone cara de
enfadada y comienza a hablar.
-Papá,
perdona que te moleste, otra vez-dijo, poniendo retintín en las
últimas dos palabras.-, pero acaban de llamar por teléfono dos
veces y al cogerlo, nadie me contestaba. Pero sí escuchaba una
fuerte respiración al otro lado del auricular. Deberías mirar el
número. Quizá lo conozcas.
El
agente dibuja una mueca de horror en su cara, esperándose lo peor.
Se dirige veloz por las escaloras, decidido.
-¡Quédate
ahí!-Le avisa, antes de llegar a los últimos peldaños.
Desde
el piso superior contempla cómo su padre coge el teléfono y revisa
las últimas llamadas. Efectivamente, está nervioso. Se seca las
manos en la camiseta y se decide a llamar de nuevo al número que
tanto había hecho enfadar a Zoe.
Misterio Parisino: Prefacio.
| 1:51 | 0 {DREAMERS}
Noche
cerrada. Por más que huía ese repugnante ser salido de las
tenebrosas sombras del bosque ya me pisaba los talones. No tenía más
remedio que meterme en esa destartalada cabaña a pocos metros de mí.
Hice
un gran esfuerzo y sin llamar, me introducí dentro cual ladrón. No
me sentía bien por ello pero no tenía otra opción. Esperé unos
minutos antes de comprobar que lo había despistado. Entonces
aproveché para investigar la cabaña, tan sólo por si habitaba
alguien en ella. Más que nada para pedir disculpas por la
intromisión.
No
tuve que buscar mucho. En la zona izquierda del cuarto, al lado de la
chimenea, sentada en una vieja mecedora había una anciana tejiendo
lo que parecía ser un jersey. Tenía cara de pocos amigos y no
parecía contenta de que me hubiera metido en su casa sin llamar.
-Eh...
perdone. No era mi intención entrar así pero... no tenía otra
opción.-Dije, antes de que se enfadara más. Intenté arreglarlo
poniendo voz de inocente y ojos de niña buena.
La
anciana se levantó y dejó su trabajo en una mesa cercana a su
asiento. Se dirigía hacia mí pero esta vez, con una sonrisa en la
cara. Se acercó tanto que respiraba su aroma a vainilla. Era
demasiado empalagoso para mi gusto pero supongo que podía
soportarlo.
-Jovencita,
¿qué es eso de que no tenías otra opción? ¿Qué te ha pasado?
Siéntate por favor, estaba a punto de preparar té, ¿te apetece?
La
miré incrédula e intenté no ser maleducada.
-Pe-perdone,
¿no le molesta que haya entrado así en su casa? Sí, por favor. Un
poco de té me vendría de perlas.
No
se molestó en responderme. Simplemente me dirigió una sonrisa más
y entró en lo que suponía que sería la cocina. Volvió unos
minutos más tarde con dos tazas de té y unas pastas. Me ofreció
asiento en un cómodo sofá al otro lado de la chimenea y lo acepté.
Tantas horas corriendo no habían hecho felices a mis piernas. En
cuanto terminé el té decidí pedir disculpas de nuevo e irme para
no seguir molestando. Estaba a punto de hacerlo pero la anciana no me
dejó ni abrir la boca.
-Pequeña,
¿cómo te llamas?-Hizo una pausa y tomó un sorbo de té.-Puedes
contármelo cielo. Yo soy la vieja Matilde. Dicen que soy la bruja
del bosque pero no te creas esas paparruchas. Sólo soy una vieja
jubilada y abandonada en este bosque, nada más.
Me
dio tanta pena que tardé en contestarle.
-Ah,
buenas noches Matilde. Soy Vicky.-Hice una pequeña pausa tan sólo para pensar en lo que debería decir a continuación.-Vicky Wales. Y si me lo permite, le
explicaré encantada el motivo de la intromisión.-En cuanto terminé
de soltar estas palabras me miró fijamente y dejó su té en la
mesa.
-Espera
un momento. Ya decía yo que me sonabas de algo... ¿eres la hija de
Sarah Wales? Pero cariño, ¡llevo años esperándote! ¿Dónde te
habías metido?
"¿Cómo
podía saber esta señora el nombre de mi madre? Y lo que es peor,
¿por qué dice que lleva años esperándome si nunca antes la había
visto?", pensó Vicky.
Con esta novela, recomiendo que escuchéis a Passenger, a Ed Sheeran o a MIKA. Sólo lo recomiendo, pero vamos que podéis escuchar lo que queráis. |